Hay días coronados
con soles de hielo.
Los malos recuerdos
nos asaltan como cuchillos
y una piedra de
ansiedad nos ata el estómago al abismo.
Hay días en que el
sueño es una promesa lejana.
Un portón de cárcel
detrás de un alambrado.
Hay días en que la
esperanza es un lujo
que sólo se
consigue luchando.
En esos días
escucho una palabra
solitaria
clara y fría como
el agua de un arroyo.
“Levantate”
“Levantate”
En esos días
descubro
que nunca estaré
solo.
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