en mi bolso llevo llaves,
son de puertas
familiares.
corazones bien
abiertos
me reciben tan
despiertos
cuando
se cierran las puertas oficiales
y
los sueños se resquebrajan
como
cristales en un terremoto,
sólo
queda el abrazo de la gente que ama
como
quien respira.
la
ciudad es un incendio indiferente
al
dolor que bulle bajo la piel
de
sus hijos-leños.
en mi bolso llevo
llaves,
son de puertas
familiares.
corazones bien
abiertos
me reciben tan
despiertos
en
esta ciudad que lleva por nombre
una
indicación en una carta marina
hay
hogares que reservan un rincón
que
me espera por tiempo indefinido.
esas
casas generosas son una extensión
de
corazones cuyas razones
sólo
saben de amor solidario
y
porfiada fe.
en mi bolso llevo
llaves,
son de puertas
familiares.
corazones bien
abiertos
me reciben tan
despiertos