¡Arrancad
los cerrojos de las puertas!
¡Arrancad
las puertas de los goznes!
Walt
Whitman
Siempre
hay que volver
al
tío Walt.
La
poesía es una llave
pero
no es la cerradura.
Cuando
la tentación era el discurso
grave
y elevado,
el
tío Walt bajaba la mirada
y
buscaba la belleza
en
las cosas rotas.
La
poesía es una llave
hermosa
pero
no es la puerta.
Siempre
hay que leer
al
tío Walt.
Cuando
en los manuales te digan
que
la poesía es un artefacto
perfecto,
armonioso,
matemáticamente
elaborado
e
inútil;
recuerda:
la
poesía es una llave
para
salir al universo.
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