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jueves, 30 de enero de 2014

Poetas muertos

"mantienen a estos íconos como templos impenetrables" Hoz Goliardo Léudnadez

Este culto de los poetas muertos
-pisar sus huellas, imitar su estilo-
apaga su estrella, muerde su filo,
torna banales los viejos aciertos.

Hay poetas bien vivos y despiertos
que quiebran con sus versos el tranquilo
dormitar de los museos. En vilo
descubren oasis en los desiertos.

Hay un cierto goliardo mexicano
que cada vez que escribe abre camino
-pluma fácil que se vuelve machete-

un joven viejo, buscador de arcano
arte. No se conoce su destino:
todo lo da porque nada promete.

martes, 21 de enero de 2014

Bestia

La bestia que me habita camina por mi esófago como un vómito con cuchillos. Se trepa a mis orejas y me grita, me hiende su lengua volcánica hasta ponerme al borde de la locura. Me impongo, la escupo, la trago una y mil veces, la baño en café y alcohol hasta que logro callarla. A veces tengo días de tregua. Le permito guiar mis ojos pero jamás mi voz, mis ideas pero jamás mis actos. Es un truco destinado al fracaso.
Una vez intenté exorcizarla, pero se rió de los intentos fallidos del sacerdote. Me explicó que no es demonio, que es parte de mí, que es como mi reflejo, pero en mi interior. Es por eso que busqué una forma más efectiva de alejarla.

Ahora veo ese cuerpo desnudo, caído sobre un costado y aún sosteniendo a medias un revólver humeante y aunque demoro unos instantes, termino por comprender todo. La bestia soy nosotros, mi cuerpo era sólo un vehículo. Pero siempre se podrán encontrar mejores.

lunes, 20 de enero de 2014

El silencio como arma o el plagio escondido: reflexiones sobre una canción de Zitarrosa cantado por un tal Montañez.

La cosa es así: el artista crea y las discográficas difunden, arman gustos y desarman cabezas. Es sencillo: un cantante urbano con mucho de rural, como Zitarrosa, compuso canciones que hablan de su tierra, el exilio lo obligó a trabajar en otros países y las canciones siguen siendo hermosas, aunque pierden contexto. Una de esas canciones, Milonga para una niña, fue escuchada por un tipo muy hábil, que entrevió las posibilidades poéticas de una canción fácil de adaptar por tener su letra un metro riguroso. Cambió el ritmo a salsa, y la incorporó a su repertorio. Olvidándose de aclarar que su autoría no le pertenecía, claro. Ese silencio alimentó la creencia, que nunca se encargó de negar, de que la canción pertenecía a este intérprete, un tal Andy Montañez, uno de tantos, y no al autor uruguayo Alfredo Zitarrosa.
¿Hasta que punto no bordea el plagio ese silencio? He visto a este señor hablando del "origen" de la canción  (de la que siquiera cambió el título, haciendo incomprensible por qué se llamaría "milonga" una salsa), y habla de un "corte", o un estilo musical argentino -cometiendo así otra torpeza, ya que la milonga uruguaya no tiene nada que ver con la argentina, son estilos musicales completamente distintos-, pero callándose que esa canción pertenecía a otra persona. Pagará los derechos de autor, no me cabe duda, porque de no ser así estaría cometiendo un delito. Pero más allá de lo jurídico, esta persona es muy cuestionable: el trabajo de un autor merece reconocimiento, y el silencio se lo niega.

miércoles, 15 de enero de 2014

Gelman

el tipo sabe de dolor
el hijo robado
la nieta recuperada
la nuera que grita
un silencio atronador en su insepultura

¿dónde está nuestra antígona?

en los versos de este hombre
se anuda la vida

jueves, 9 de enero de 2014

Llorar sobre el río

Escribir es describir
un lugar que el otro ya conoce.
Escribir
es llorar sobre el río.

Sólo puedo contar de mi dolor
lo que el amor
ya te ha contado.

Hoy usaré mi civilizada sonrisa,
tragaré mis juramentos y mis plegarias,
se verá sólo un coreuta más
fatigando aceras,
sumando su susurro insignificante
a la canción ciudadana.

Nada te puedo contar
de lo que nada entiendo,
nada puedo pintar
del abismo interno
que me gobierna.

miércoles, 8 de enero de 2014

Aldabas (del poemario inédito "Diccionario")

hay puños que claman sin suerte
ni respuesta
puños que sólo sirven para llamar
en puertas olvidadas
llamadas que nadie atenderá

hay muñones de bronce
reclamando esas manos abandonadas
en su apagada ventura

se necesitan manos para hacer
bronces para forjar
y no aldabas de algodón
para oídos sordos.

(imagen tomada de: http://es.paperblog.com/aldabas-del-centro-de-lima-525216/)


sábado, 4 de enero de 2014

arte (del libro inédito -aún- Diccionario)

señores, el arte no puede
ser domesticado
el arte tiene hábitos y hábitat
más allá de museos y catedrales
el arte no es propiedad
de banqueros y embajadores
el arte ni siquiera
pertenece a los artistas