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miércoles, 25 de noviembre de 2015

Caminos

Esta historia comenzó hace mucho tiempo, tanto que la Tierra era joven entonces y muy distinta que como la conocemos ahora. Donde hoy llueve, en ese tiempo no se conocía el agua; donde había océanos profundos, ahora hay pletóricas praderas; las montañas antaño altivas ahora son suaves colinas... y ya habrán entendido, si vieran un retrato de esa Tierra, no la reconocerían.
En esos días las primeras mujeres y los primeros hombres celebraban la primera cosecha, y tanta alegría les causó ver en sus manos el fruto de su trabajo que olvidaron que también era el fruto de la tierra. Bebieron y se embriagaron, se llamaron a sí mismos creadores y durmieron profundamente. La Tierra, como era joven, se ofendió muchísimo por este olvido y decidió vengarse: no dejaría que despertasen. Y el tiempo pasó, se sucedieron lunas y soles y no despertaron los insolentes altivos, las desagradecidas criaturas. Pero tampoco los tocó el transcurrir, no envejecieron en esa larga siesta.
Llegaron y se fueron especies, unos continentes surgieron de las profundidades y otros se sumergieron en ellas, otros viajaron como barcos a la deriva para chocar entre sí y levantar montañas como manos que se elevan al cielo suplicantes. Hasta que los durmientes despertaron y se encontraron solos. No podían reconocer nada, no podían recordar nada. Sólo sabían que ese no era su hogar. Empezaron a buscar explicaciones a lo sucedido, pero no lograban ponerse de acuerdo en nada. Algunos tejieron relatos muy detallados y llegaron a creer en ellos como una verdad contada por alguien que vio todo, pero otros discutían esos relatos porque creían que los suyos eran mejores. Solo fueron unánimes en algo: estaban perdidos y había que salir a buscar su hogar, allí donde eran felices. Pero no sabían en qué dirección partir ni cómo llegar.
Un puñado de intrépidos, sin hablar entre sí, decidió abrir senderos. Partieron en diversas direcciones, cada uno con su paso, observados en silencio por una multitud cuyo miedo inmovilizaba sus pies y sellaba sus labios.
Cuando ya no se vio la sombra de los caminantes, los que quedaron empezaron a discutir cuál camino era el mejor. Alguien incluso llegó más lejos y aseguró que tal camino era el único verdadero y todos los demás eran falsos. La discusión subió de tono y comenzó la violencia sobre la tierra. La sangre regó la siembra.
Desde entonces, mujeres y hombres vagan, alejándose de su hogar, multiplicándose, cambiando su exterior, con la vieja costumbre de no agradecer. Siempre hay quien asegura que su camino es el único verdadero, y otro que dice que no, que podrá ser correcto, pero que hay uno mejor.

Hay quien dice que los pioneros descubrieron, cada uno a su manera, que su hogar era aquel principio del viaje y que lo necesario era el camino para descubrirlo. Pero nadie escuchó.  

viernes, 13 de noviembre de 2015

Licántropo.

Me habita una bestia.
En mis sueños despierta,
desgarra mi carne para renacer desnuda y otra,
como una serpiente cambiando su piel;
pero también su forma.

Daña mis sentidos su presencia.
La oscuridad de su alma nubla mis ojos
como una tormenta de arena sobre el desierto.
Su sed de sangre baña mi boca,
tapa mi olfato su olor a muerte.
El estridente rumor de sus pensamientos
confunde mis oídos como si un ejército de hormigas
los invadiese.
Ya no toca mi piel el aire nocturno,
Ya no puedo beber el sol.

Esta maldición me ata,
periódicamente sufriré la metamorfosis.
Seré mi enemigo sin poder matarlo,
seré el objeto de su odio,
la excusa perfecta de su instinto asesino.
Seremos las caras de una moneda lanzada por un dios maldito,
que calza su máscara de muerte y se llama a sí mismo Ángel Oscuro.
Seremos la comedia de su existencia,
atrapados, él en mis días,
y yo en sus noches.

Seré uno con mi humano
y buscaré en cada luna consuelo
y libertad.


sábado, 7 de noviembre de 2015

Líneas

Camino por la tensa línea
como un turista en Sarajevo
después del último disparo
-cada día es un cielo de cristal
a punto de caerse de mis manos-.
Vivo porfiadamente
por la recompensa de tus ojos
suave línea
que contorna mis paseos
funambulescos
como paréntesis que encierran
un mal sueño.



jueves, 5 de noviembre de 2015

Guridi

a la memoria de Valerio Guridi Ojanguren

Allá a lo lejos
hay una casa y un escudo,
restos de hidalguía pasada,
herencia orgullosa de una familia
de larga casta.

Acá a lo cerca
hay una herencia de trabajo,
de tozuda voluntad,
de mansas maneras,
de abrazo grande.

Hidalgo caballero
era mi abuelo, que no el dinero,
sino el amor guiaba.
Hombre que me dejó en herencia
una gran nariz torcida,
jamás rendirme
y honrar mi casa.

He de firmar su apellido,
de llevar una txapela
y decir un día,
frente a la centenaria casa
“dejaste en alto el nombre
como hidalgo hijo
de larga casta”.





Crisis

Es un error pensar que la crisis en la educación pase por la pérdida de días de clase. Eso es una consecuencia de la crisis y no su causa. La crisis en la educación pasa porque el modelo instalado en los 90 no se soporta más. 
1) Hay una superpoblación de los centros porque aumentó la matrícula. Al mismo tiempo en todos los partidos se pregona el tiempo completo como solución a la baja de calidad, lo que no tiene sustento pedagógico ni evidencia empírica = técnicos que hablan de lo que no saben y políticos demagogos que venden versos que suenan lindos.
2) Hay una baja en la calidad que tiene muchas causas, entre otras la imposición de un paradigma docente en Primaria en los años 90 que dejó de "corregir" a los alumnos, pero también la caída de profesionalismo en la tarea docente, sobre todo en Secundaria, debido entre otras cosas a la baja remuneración. Estamos hablando de una carrera de nivel universitario de cuatro años para la que el ente regulador (ANEP) no exige título habilitante. 
3) No hay políticas de estado en educación. Lo que hay son políticas llevadas a cabo por los gobiernos de turno, las que nunca involucran a los actores, comenzando por los docentes. Hay ensayos de laboratorio que se prueban en conejillos de Indias humanos, en condiciones óptimas para luego extrapolarlas a condiciones pésimas. 
4) Se instaló en la sociedad, luego de todo lo anterior, la idea de que los docentes deben trabajar como jornaleros, ganar como peones de estancia y ser profesionales como cirujanos. Y si no cumplen con eso y además pretenden tener derechos sindicales, son culpables de la pérdida de días de clase y por ende provocadores de la crisis en la educación. 
5) Acá de lo que se trata es de tomar partido. Pensar con independencia de posturas prefijadas por la autoridad partidaria es una actividad que distrae de lo verdadero que es A) decir que está todo bien. B) decir que está todo mal.