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martes, 31 de diciembre de 2013

Giros

Un giro más de la rueda
y el camino retrocede ante los ojos nuevos
del niño en el pescante.
Un giro en una recta que es un círculo más grande,
un giro en otro giro en la geometría cósmica
que desde el carro no se percibe.
El niño traza sobre el camino que huye
apresurados signos impares de caligrafía imposible,
ayudándose de una larga vara verde,
verde vara en la vereda viva.

El anciano camina fatigando sandalias,
apoyado en un seco cayado largo.
El agua, el aire y el sol han borrado signos
que sin embargo el anciano puede leer,
más allá de su ceguera.
Entonces el cayado traza un círculo,
en un carro cósmico que gira en su memoria.

Fotografía tomada de: http://joselatorretecnologia.blogspot.com/

Lugar

"Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales"
Gabriel Celaya.


¿Cuál es mi lugar?
¿Será sólo engranaje de burocracia,
gordo estampador de sellos,
mostrador hasta las seis?
Porque la poesía no, la poesía
-engreída señora-
es para los diplomáticos de carrera, ellos sí.
Para ellos el libro y el quesito con cereza,
las viejas con peinado de coiffeur
y los periodistas perejiles.
Debería mandar a la mierda la poesía,
dedicarme a levantar los muros de mi casa
para evitar que me roben hasta los ladrillos.
La poesía no es un arma, Celaya, no.
Es un lujo cultural de los neutrales,
por más que la maldigas.

El arma, Gabriel, tiene alma, sí,
pero en su cañón.
El arma no tiene futuro,
tiene presente de muerte.
Y uno anda por la vida desarmado, desalmado,
sin poesía y sin balas,

¿Cuál es mi lugar?
Mi lugar es con los míos,
no es
la burocracia
ni
la poesía de ministerio.

Si he de escribir, que sea con mis manos,
si he de cantar, que sean canciones de cuatro paredes.

Nada le debo a esta cultura de corbatas,
nada me dio.

Esta noche llegaré a mi casa,
con mi esposa, mi perro y mi gata,
entonces sabré
cual es mi lugar.

cangrejo

Se cierra como un puño de hierro
la pinza del puto cangrejo.
Muerde la carne y desgarra
como un perro maldito que ha sido condenado a la furia.

Y ahí están los luchadores,
los sobrevivientes pese a todo,
pese a los pronósticos y el saber impotente,
los que deciden vivir pese a ellos mismos.

Siento vergüenza de mis dolores ,
de mis lágrimas idiotas,
de preguntar ocho veces lo mismo,
de mi vergüenza.

Veo héroes con sonrisas cansadas
que no han liberado doncellas
ni tienen estatuas de bronce en las plazas,
son héroes sin vocación de tapa de revista,
sólo me han enseñado el valor de vivir.

Porque saben que el cangrejo de hielo
no puede quitarles todo,
apenas tiempo.
Ellos han decidido luchar,
y eso nadie lo roba.

viernes, 20 de diciembre de 2013

El tiempo juzgará las primeras letras

EL TIEMPO

horado el tiempo
supero los silencios oscuros
y las lagunas solares
todo lo vivido se diluye
como sombras en el crepúsculo.

JUZGARÁ

en ese instante de juicio
cuando se pese el humo de nuestras almas
y se mida el alcance de nuestros
intentos
me presentaré desnudo
sin más hábito
que el perfume de tus palabras
adornando mi boca.

LAS PRIMERAS LETRAS

te amo
sin otra defensa
que las tres primeras letras
de tu nombre,
Eli.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Se cierra como un puño de hierro...

Se cierra como un puño de hierro
la pinza del puto cangrejo.
Muerde la carne y desgarra
como un perro maldito que ha sido condenado a la furia.

Y ahí están los luchadores,
los sobrevivientes pese a todo,
pese a los pronósticos y el saber impotente,
los que deciden vivir pese a ellos mismos.

Siento vergüenza de mis dolores ,
de mis lágrimas idiotas,
de preguntar ocho veces lo mismo,
de mi vergüenza.

Veo héroes con sonrisas cansadas
que no han liberado doncellas
ni tienen estatuas de bronce en las plazas,
son héroes sin vocación de tapa de revista,
sólo me han enseñado el valor de vivir.

Porque saben que el cangrejo de hielo
no puede quitarles todo,
apenas tiempo.
Ellos han decidido luchar,
y eso nadie lo roba.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Torpes espejos

Las palabras son torpes espejos
decía, mientras la vida cantaba en sus ojos.
Reía, no podía llenar de abrojos
como letras las páginas, reflejo
de otra superficie. La piel
brotada de duendes, las manos
dibujaban signos humanos
con robótica paz. Miel
destilan los ojos que contemplaba
absorto como un monje en Nirvana
(no el hotel, sino el estado)
y esa miel lo transportaba
al país de pasado mañana,
y se pensaba feliz por haberlos contemplado.