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jueves, 26 de septiembre de 2019

llaves


en mi bolso llevo llaves,
son de puertas familiares.
corazones bien abiertos
me reciben tan despiertos

cuando se cierran las puertas oficiales
y los sueños se resquebrajan
como cristales en un terremoto,
sólo queda el abrazo de la gente que ama
como quien respira.

la ciudad es un incendio indiferente
al dolor que bulle bajo la piel
de sus hijos-leños.

en mi bolso llevo llaves,
son de puertas familiares.
corazones bien abiertos
me reciben tan despiertos

en esta ciudad que lleva por nombre
una indicación en una carta marina
hay hogares que reservan un rincón
que me espera por tiempo indefinido.

esas casas generosas son una extensión
de corazones cuyas razones
sólo saben de amor solidario
y porfiada fe.

en mi bolso llevo llaves,
son de puertas familiares.
corazones bien abiertos
me reciben tan despiertos

La ciudad del monte sexto


La ciudad desprecia sus colores nuevos.
Reniega de las alas que brotan
de semillas traídas de otras tierras,
prefiere bailar al son de danzas hípster
de metrópolis extrañas que no podrían
ubicar en un mapa
la vieja capital de un virreinato en retirada.

La ciudad expulsa a sus hijos rotos
que duermen con la helada sábana del desamparo
cubriendo sus tristes huesos.

La ciudad se carga de ojos malignos
que muerden con rabia.
Como un animal desesperado,
La ciudad que prefiere no ver su espalda de tierra
se azota para matar los parásitos que crea de sí misma
y sólo logra dañar a sus hijos.

La ciudad del sexto monte
se muestra en selfies
Llenas de sol y ramblas;
pero prefiere ignorar
que camina mostrando sus vergüenzas al desnudo.

Sólo ahora entiendo a don Mario,
me dijo un poeta,
cuando se bañó del gris céntrico y ajado
de la ciudad del sexto monte.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Cuerpo

Mi cuerpo ha comenzado a fallar
como un automóvil
que descubrió el óxido
y la tristeza en calles
cada vez más ajenas.

Mi cuerpo es un lugar
súbitamente extraño.
Se ha divorciado del alma
de cuya existencia siempre dudé.
Cuerpo es un ente autónomo
y hostil
que rechaza el posesivo
que me empeño en adjudicarle.
Sabotea mi percepción del mundo:
a veces llega a dejarme creer
en mundos felices.

–¡Mi cuerpo! – grito, y me responde
con dolor y mareos y me recuerda
que la masa fofa y gris
que atesoro
es su prisionera.

Claudico.
Le regalo un dulce.

lunes, 16 de septiembre de 2019

De la B

Soy un poeta de la B.
No juego en el Estadio,
juego en canchas de barrio
llenas de barro y de fe
en la mágica poesía.
Sin embargo y por milagro
leí en claustros y teatros,
en cárceles y escuelas,
en paraísos tropicales,
y en dudosos locales
donde no eran
adorno las velas;
leí allá lejos y en mi aldea.

Soy de la B y juego
con placer infinito donde sea.
No tengo fuego ni libros,
ni me conocen las bibliotecas.
Soy el tipo que vive
acá a la vuelta y tiene
la cabeza en las nubes.
Dejo en tus manos esto que soy,
los signos torpes,
mis versos chuecos,
mi memoria.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Depósito


El infierno es un depósito oscuro
escondido entre mi piel
y una fe cancelada por fraude.
Se desliza fuera de mi
para detener mis pasos con sus gritos
como si fueran pájaros alcanzados
por piedras lanzadas desde otro tiempo.

El infierno
es una mirada vacía
en ojos que alguna vez amaron.

Desciendo a sus suburbios
como un planeta que ha extraviado su camino,
con el sol
alejándose a su espalda,
cada vez más fría.

Encuentro entre mis bajezas,
amarilla y ajada,
la fotografía de un niño que creía en el futuro.

El infierno me habita
como un pasajero incómodo que pretende
ser el propietario.