extraño mi vieja
Remington Rand
su martillar inapagable
su dulce voz de secretaria
su obediente anarquía
sus ingobernables tipos
como un mustang
no aceptaba domadores
apenas amigos
que no temieran entintarse
en sus venas de cinta
¡extraño mi remington!
clamé
y el adolescente
vecino de cíber
me preguntó si era un arma
no se equivocaba
foto tomada de http://munk.org/typecast/2011/02/28/1938-remington-rand-model-1/
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