Tu nombre me salvó de la locura,
tu nombre entre paréntesis
era la fuga.
Tu nombre silenciado en la capucha,
mordido y preso me liberó
callándolo bajo tortura.
Tu nombre jamás me abandonó en el
pozo,
me acompañó cuando en la luna
el mío era menos que una sombra.
Tu nombre repetí cuando, apenas un
despojo
bajo el sol, tus ojos me pintaron de
ternura.
3 comentarios:
poemazo!
bien logrado amigo, un abrazo
Que fuerte!
Me remite a épocas que nadie quisiera vivir ni repetir...
Muy,muy bueno,felicitaciones!
Generoso nombre. De honduras, siempre un destello de luz al final, maravilloso.
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