Me dijo
que me quería,
usaba,
como sabía,
la boca
que me podía.
Me dijo
que lo perdone,
sonaba
como en canciones
que juegan
con emociones.
Y le creí
porque quería un
final feliz.
Me dijo
que era una puta,
que miente,
que lo disfruta
como hacen
las de la ruta.
Sus ojos
como cuchillos;
su boca,
ya sin el brillo;
mi cuerpo,
hecho un ovillo.
Y me dormí.
Ya no tendría un
final feliz.
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