Camino como si no importara nada,
como si me diera lo mismo la luz eléctrica que oculta la noche
que el perfume de tu ausencia.
Te convoco en el teléfono y reconstruyo tu rostro
en el aire que es una piedra delante de mis ojos.
Respiro ese mineral que es tu imagen
como un ahogado que acaba de ser renacido.
Camino nuevamente.
Todo recobra su sentido.
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