Me dicen que el pueblo
es esa marioneta
creada por el circo.
Me grita el pueblo
que no joda con poesía
a la hora de la siesta.
A nadie le importan
tus putas emociones, dice,
mientras pide sangre por sangre
para sentirse menos sucio.
El pueblo se lame las heridas
con lengua de lija,
con cianuro, con glifosato.
Es todo parte del circo marca Acme,
la vieja proveedora de armas del coyote.
Cerca de la ruta hay gurisas
que venden su futuro en oscuros camiones.
"Deus é meu pastor"
dicen algunas chapas.
Me dice el pueblo que no joda
con la puta poesía.
Cerca de mi banco,
en la plaza, un tipo de mi edad
se palpa la entrepierna
al ver pasar niñas de trece años.
Alguna vieja comenta
que son muy ligeritas.
Me dicen muchas cosas,
de un pueblo que perdió el alma
en las arenas del circo.
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