“If
the doors of perception were
cleansed
everything would appear to man
as
it is, infinite”
William
Blake
Si prestás atención
podés oír
el murmullo de las
alas
del colibrí
atravesando el ruido
de la ciudad.
Con ojos libres
podés ver el
amanecer de otra costa
cuando en tu
horizonte descanza el sol
en rojos destellos
de hasta luego.
Sobre tu piel
también vibra
la caricia suave de
un día
no anunciado
todavía.
En tu lengua vive
el sabor de un pan
recién horneado
en las páginas de
un libro.
Tu nariz distingue
el jazmín
en aquel balcón y
la sal de océanos
cinematográficos.
Es cuestión de
abrir las puertas
y dejar que el
viento limpie;
se trata de
contaminarse
un poco de infinito,
de oír
esa voz extraña en
tu garganta que dice
“yo soy el
viento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario