como una sombra
llevo a mis pies
cosido el fantasma de la ira
perfume del mal
invade mi piel
como una brasa
carmesí
besa mis ojos y
apaga su luz
apocalíptico
eclipse del alma
luego llega el otro
y yo su marioneta
apenas soporto sobre
mi osamenta
el triste montaje de
las putas furias
luego vendrán
cómodas voces
que saben caminar
sin calzar mis zapatos
también vendrán
amigos
preocupados
honestos
pocos
brillando como el
oro en el barro
el otro se retira
duerme silente en
las uñas
la médula
en los más oscuros
sueños
y espera
latente maldición
que pase la calma
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