¿Cómo puedo escribir de la pobreza
catorce versos cómodos, livianos,
si no duele leerlos, si son sanos,
limpios? Puedo decir que la riqueza
de pocos es razón de la tristeza,
hambre, frío y dolor de mis hermanos,
pero tengo que hundir mi fe y mis manos.
¿Cómo describo, entonces, la belleza
cuando hay niños que duermen en la calle?
No cabe la receta en cuatro versos.
Aunque seamos pocos y dispersos,
aunque el dolor nos gane y nos estalle
Hay que escribir y amar. Hay que soñar,
hacer un mundo nuevo y despertar.
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