Me visten tus alas de ángeles, Wim,
y vuelo por encima de cabezas
y me lleno de dudas y certezas,
para ver lo más noble y lo más ruin.
"Quien fui en el principio, soy en el fin"
sobre la piedra baja letra reza.
Adivino al ángel en la corteza
Fría del mármol. No existe tal fin:
todo vuelve y gira como una noria.
Tus ángeles mirándonos, hermanos
nos sienten, bendecidos y malditos
a portar nuestro amor y ser memoria
de nuestro dolor. En sutiles manos
yacemos, maldecidos y benditos.
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