"Hace un buen rato ya que doy trabajo y vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo..."
A. Zitarrosa. Guitarra Negra.
¿Quién soy si canto
la canción de mi enemigo?
¿Quién soy si olvido,
entre las cenizas calientes,
el nombre de mis seres queridos?
Las viejas canciones de batalla
nos han mentido como a párvulos.
El mundo nunca fue un paraíso
ni fueron distintos los nuevos tiranos
por llevar camisas de otro color.
Pero si entono el himno
del súbdito fiel,
si acepto la recompensa del traidor
y compro mi parcela de cielo
con treinta monedas,
entonces no seré;
permaneceré como una sombra de algo ido.
Será cuestión de entonar nuevas canciones,
de conquistar el esquivo paraíso,
de recuperar el nombre de las cenizas
y llevarlo en alto como única bandera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario