Más allá del silencio de aljibe
de la serpiente que repta
mi pulmón herido
ardiente témpano
compañera de la hora incierta
Allende
este océano sin fondo
sin sal
divisan mis ojos mudos
la tibieza de tu mano
y la serpiente duerme
y el aljibe canta ambrosía
y el océano es un charquito
exorcizado.
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