Monstruo. Hasta la palabra es dura.
¿Quién desea ser llamado así?
Mis pequeñas sisean rabiosas:
solían ser dorados cabellos...
Sacié el hambre de Poseidón
y mi señora Atenea me condenó por
provocarlo...
siempre es más fácil culpar a la
doncella.
Monstruo. Nadie sostiene mi mirada:
es su culpa, y no mis ojos, lo que
petrifica;
la culpa de callar ante los dioses, de
olvidar a la olvidada.
Alguien viene:
será llamado héroe,
pobre... no sabe que es otro
instrumento,
no sabe que por fin me dará paz.
fotografía de Erick Giacobbe: Leticia Cedrés como Medusa.
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