Camino
con mis ángeles y mis demonios,
soy
una multitud en procesión sin bandera.
Y
sin embargo soy menos que un átomo,
un
destello ínfimo en el concierto de soles.
Camino
en esta soledad de muchas caras
y de
mi mano brotan, a mi mano llegan,
otros
soles/parpadeos, otras fugaces
eternidades.
Camino
con
el viento besando mi rostro múltiple y viejo.
Con
la barba cada vez más blanca, cada vez más mía.
Camino
con el viento hiriendo mi pupila única,
tan
común como cualquiera.
El
sol me bendice,
hiende
su lanza en mi piel
como
un tigre demasiado afable.
Me
veo en fotografías de otras épocas y lugares.
Me
veo en los rostros que jamás vi. En los ojos
que
nunca se posaron en los míos.
Soy
el que vengo siendo
desde
el principio.
Camino
con esos ojos que no son míos
y
sin embargo ven ese sol
y
ese horizonte
que
me invita
todos
los días
a
caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario