bajo la lluvia
la ciudad pierde su maquillaje
como una bataclana vieja
en la madrugada tardía
quedan
sus vergüenzas
expuestas a miradas impúdicas
culpables de indiferencia
sólo los cínicos enumeran
tras lentes empañadas de claridad
los sin
son invisibles
a transeúntes y estadísticas
en breves umbrales de cartón
dos graffiteros
rivales
mean sus
respectivos muros y viceversa
con chorro de
spray
bajo las patas
los carteles de
cocacola
ejercen su impune
hipocresía
los trabajadores cuentan
los días perdidos
de vacaciones con
un sol en fuga
la lluvia lame las heridas
con ácido encono.
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