"El era un muchacho plástico de esos que veo por ahi
Con la peinilla en la mano y cara de yo no fui"
Con la peinilla en la mano y cara de yo no fui"
"Plástico" Ruben Blades.
El tipo de plástico sonríe como si
sus dientes tuvieran un valor bursátil.
Hijo de tigre, nació jodiendo y
jodiendo ríe,
como una Eulalia transgénica pero sin
Darío que le cante.
El tipo no suda: transpira, como una
quinceañera de corsé y corbata.
Se ha buscado una barbie al tono,
mientras apronta el rostro
-ese que tantas veteranas lustraron por
una tarjeta recomendada,
valor agregado para public relations-
para la cámara cínica del
pseudoperiodismo berreta.
El tipo es casi inimputable, las
puteadas del vulgo le resbalan
como rocas de hielo en el vaso culón
del jameson.
Se arrimó a la nueva izquierda como es
moda,
pero es sabido que los cangrejos
engañan con el amague.
¿Cuánto valor tiene en bolsa la foto
con el Pepe?
Antes de esa foto no lo vi,
plastic boy,
en el Filtro de los etarras,
ni en los viejos comités de las
bizantinas y fraternas discusiones,
ni en las pegatinas militantes de
madrugada y mate con sabor a engrudo;
no,
él,
chico bien,
bebía sus pocitences y felinas noches
y sonreía (todo es práctica)
entre compañeros bien,
cero zurdaje.
Pero hoy es oportuno posar con el Viejo
ya que hasta el Times habla del
uruguayan president
y los coreanos dicen Pepe con acento
raro.
El tipo sonríe y a veces creo
que la boludez cotiza en bolsa.
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