Translate

martes, 20 de diciembre de 2016

ñatos

el gimnasio es tu casa.
allí se encuentran todos, se conocen, se respetan.
pero el ring…  el ring es otro espacio.
ahí estás absolutamente solo.
te podrán gritar, pero vos recibís los golpes,
vos los das.
enfrente el otro es un espejo.
te mira, te esquiva, te tira golpes
como para derribar la pared que lo separa del éxito.
está entre vos y la gloria.
entre vos y terminar de una vez.
son tres minutos eternos.
son tres minutos efímeros.
al final, si los dos siguen de pie,
al sonar la campana, hay que saludar.
el otro es un rival,
jamás un enemigo.
el otro es un ñato como vos.
y sólo entre ñatos saben
de qué va esta cosa.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Náufragos. Publicado en Letralia el 18/10/2004

http://www.letralia.com/116/letras03.htm


Como náufragos bogamos por el mar,
El hogar desechado por los vivos.
Como seres que la bruma ha perdido,
Emprendemos la ventura de soñar.

En la noche sin estrellas del azar
Navegamos sin fuerza, sin sentido,
Sin puerto al que llegar, sin amigos;
Con los remos en silencio hiriendo el mar.

Consolaos terrestres caminantes
Que los náufragos son lejos de casa:
Son luces que os brillan en el alma.


Ya lejos los fugaces navegantes
Sólo bogan, no saben lo que pasa:
Han quedado por siempre en otra calma.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Univers Àgatha

La vida te regala amigos que uno jamás esperaba. Gente generosa, solidaria, respetuosa; gente con la fuerza de mil guerreros en las más fieras batallas, las más hermosas. Hay cierto catalán, poeta, padre, guerrero, que ha creado un universo de amor para su niña. Poder apoyar su lucha, su hermosa batalla, es de las cosas más lindas que me han pasado. La vida te regala cosas que uno jamás esperaba.

http://www.universagatha.org/

jueves, 15 de diciembre de 2016

Caja de cartón

Una palabra basta,
una imagen,
apenas una caja de cartón
y tu recuerdo ronronea,
se nos trepa a los hombros,
nos besa.
Y lloramos de la felicidad de haberte conocido.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Cubos

Cubos de cuatro centímetros de arista
elaboran matemáticas opiniones acerca de la creación.
Se espantan ante caóticas frases,
cuentan cada sílaba, la pesan en balanzas de feria.
Miden el golpe del acento como si el verso fuera
una marcha militar.
Y decretan que tal roca es un poema,
que tal pluma es una prosa
desdibujada.

Consideran que debemos hacer
versos a medida, ritmos calcados
de viejos textos, temas heredados
con helénicas formas. Conocer

lo que nos es dado. Dicen saber
de la poesía más que los hados;
dicen que ya estábamos inventados,
que nuestra voz no puede trascender.

Viejos cubos de Rubik con corbata
dictan sobre lustrados escritorios
las leyes que dominan, según ellos,

la creación. Su prédica arrebata
libertad. Nos encierra en territorios
de oficina, colgados como sellos.

Pero la poesía tiene muchas caras
y no todas son musicales y rítmicas.
La belleza es una forma de decir en alta voz,
y un motivo en sí mismo.
Lo importante acá
es la palabra.
Es la palabra saliendo de mi tu boca,
llegando a tu mi oído.
Es el garabato en el papel que grita amor escrito.

Desde luego que acá, lo que menos importa,
es la opinión de un cubo de colores.
Por más académica y de número
que luzca su corbata.

martes, 6 de diciembre de 2016

Jornada

Mis pies descalzos caminan
sobre espadas encendidas.
El aire que respiro es el suspiro
de un dragón que visita mis pulmones.

Es una locura alejarme de tus ojos como lunas;
sé que debo hacerlo, dejar vida
para ganar vida,
recorrer este camino para ser camino.
Puedo hacerlo porque tus ojos/lunas son mi sol;
no este sol cangrejo que muerde mi piel,
sino la estrella que me dicta el rumbo.

Todo puedo hacer cuando tu voz me invoca;
sigo alejándome solamente
por la promesa de encontrarte
al final de la jornada.




jueves, 1 de diciembre de 2016

Avenida

La vereda me azota,
siento las baldosas como varas en los talones,
y el viento se mete en mi camisa
como una lengua impúdica.
Los faros de los autos ensucian la noche
con una luz líquida, tibia,
falsa como sonrisa de publicidad.

Hay estrellas como gatos
durmiendo en los contenedores de basura.
Hay ángeles que me miran
con imperiosa demanda de silencio,
sólo yo puedo verlos y desconozco la razón
de semejante privilegio.

A pocos metros, sobre las vías
que cruzan la avenida,
el recuerdo de un tren atropella la sombra
de un transeúnte que prosigue sin entender,
aunque se instaló para siempre en sus ojos
una llama de infinita soledad.

Abro la boca y reclamo
una bocanada de cordura;
faltan pocos metros para llegar a mi hogar,
ya puedo refugiarme entre las cálidas paredes
y abrazar a mi esposa, jugar con mi perro.
En mis zapatos arrastro una mancha de luz lechosa,
y guardo en mi retina un grito de árboles.
Faltan pocos metros.
Faltan.